martes, 28 de julio de 2009

Going Home

Ahora si, el viaje llega a su fin. Esta es la última entrada que escribo como crónica de estos 28 dias en Londres. Un viaje que ha tenido momentos muy buenos, otros algo duros... pero que en general puede calificarse de excelente.
No han sido pocas las veces que me han dicho que dejase de contar los dias, que el tiempo vuela y que luego me arrepentiria y echaria todo esto de menos. Echando la mirada atrás, efectivamente, el tiempo ha volado. Parece que fue ayer cuando llegamos cargados de maletas y bajo un sol de justicia.
Seré sincero: echare de menos esta ciudad. Los momumentos, las calles, las casas que ahora solo podre ver en las peliculas. Extrañaré el ambiente, las historias, escuchar canciones en lugares emblemáticos. Echaré de menos el metro, las conversaciones en ingles en las que me trabo y equivoco los tiempos y los géneros, las caras de Jorge cuando no entiende lo que pasa a su alrededor. Echare de menos Portobello, Charing Cross, Leicester Square, Picadilly, Whitechapel... tantos lugares, tantas cosas. Y aun no las he hecho todas.
Pero en mi vida echare muchas cosas de menos, y no siempre tendré la oportunidad de borrar esa añoranza tomando un avión y viajando dos horas. Ahora puedo.
Como guinda final, algunas fotos de las dos últimas semanas. Gracias a Paul y Jake por acompañarnos estos últimos dias.




lunes, 27 de julio de 2009

Pickpockets

Estos últimos dias están siendo frenéticos. Acompañados por Paul, Jake, y amigos de unos y otros, anteayer visitamos el museo de historia natural. Fue realmente interesante, lleno de fosiles de dinosaurios y criaturas prehistóricas, y tambien de animales disecados de todo tipo.
Ayer domingo, en la misma compañia, visitamos el mercado de Portobello Road, tambien muy interesante. Con esta visita finalizamos el programa de sitios por visitar de este viaje. En la lista de cosas por ver quedan unas pocas cosas: ver un musical (otro año será) y pillar a un pickpocket en acción en el bus o en el metro son algunas de esas cosillas. Ya veis, curiosidades que le llaman la atención a uno. Y es que aqui por todas hay señales que te advierten de la presencia de estos rateros de guante blanco que tanto me fascinan (por su habilidad, no por su dudosa moralidad) Sin embargo, nunca he podido sorprender a ninguno en plena rutina. Por fortuna, de momento tampoco hemos sido victimas de ninguno.

Hoy nos daremos nuestro último garbeo por el centro de Londres. La vuelta a casa ya es inminente.

sábado, 25 de julio de 2009

El último dia 24

Hoy es dia 25. Pero seguro que en los rincones de viveros todavia puede escucharse el eco de los sonidos del piano. Y yo aqui, a miles de kilómetros. Recuerdo cuanto deseabas ir al concierto de Yann Tiersen. Y me pregunto si anoche te acercaste a aquel lugar, atraida por esa banda sonora.
Me hubiese encantado llevarte al concierto, y preguntarte el nombre de cada una de las piezas. Y verte sonreir.
Lo reconozco. Habia olvidado completamente que ayer tocaba Yann Tiersen en Valencia. En mi cabeza solo habia sitio para el último dia 24. Gracias.
¿Sabes? Me han hablado mucho de él, pero yo solo tengo esta en mi lista de reproducción.

jueves, 23 de julio de 2009

Superman

El dia de ayer fue uno muy movido. Pero no tanto para mi, ni para Jorge, como para esa persona a miles de kilómetros de distancia que se pateó Valencia de arriba a abajo, con el móvil a la oreja cada dos por tres, posponiendo trabajo y descanso con un sólo objetivo: que mi hermano y yo nos pudiesemos matricular de nuestras respectivas carreras. Algunos llaman a esa persona "el director", otros tio, marto, o Gonchi. Pero pesé a que nosotros podriamos llamarle "Supermán", preferimos llamarle "papá"
Gracias a él y a sus desvelos, hoy Jorge está matriculado en primero de arquitectura, y un servidor en primero de filología inglesa. Creo que para lograrlo, el protagonista de la entrada de hoy tuvo que sufrir un tremendo parto burocrático, enfrentandose a esos funcionarios aburridos que parlan un valenciano cerrado y monótono. Pero el llegó, vió, volvió a mirar por si las moscas, y finalmente venció.
La lista de méritos de nuestro superheroe particular no puede ser abarcada en un texto escrito, pero esta en mi mano hacer un pequeño homenaje en agradecimiento. Por todo. Y para ello, qué mejor que colocar aqui un enlace a un video de esos genios (el los llama "artesanos del humor") que él mismo nos presentó hace tantos años, cuando ponia aquellos viejos casettes en cada viaje que haciamos con nuestro viejo Nissan Primera. ¿Te acuerdas? Esta fue de las primeras que escuchamos. Y nos reiamos tanto...
Gracias por todo, papá.

Consejos para padres

miércoles, 22 de julio de 2009

There she goes


Miró el reloj por enésima vez en cinco minutos. Seguía llegando tarde. Tras el reloj, sus ojos recorrieron izquierda y derecha, en busca de algún hueco donde aparcar. Bingo. Aun no había dado una vuelta y ya tenia donde dejar aquel trasto. Decididamente, era su dia de suerte. Aparcó con un par de maniobras (quizá tres) y descendió a toda prisa. Prisas… parecían su “sino”; aunque él sabía que en el fondo, era gracias a su mala costumbre de llegar tarde que estaba alli aquella mañana.

Abrió el maletero, cogió el balón y cerró. Sus ojos ya buscaban la entrada de aquel lugar, y la descubrieron a unos veinte metros. Botó el balón para comprobar como iba de aire, y comenzó a andar. Diez o quince pasos después, la vió a ella. Estaba sentada en un escalón, vestida con ropa de deporte. Él le sonrió a traves de la valla que les separaba, y quiso verla sonreir a modo de saludo. Treinta segundos despues, ya no había ninguna valla entre los dos.

Meses despues, él no recordaría qué se dijeron al verse. Solo recordaría que se dirigieron a la cancha, y empezaron a lanzar. Primero uno, luego otro. Él, ella, él, él, ella, otra vez él, dos veces ella. Y así se pasaban los minutos. Charlaban, lanzaban, esquivaban a los jugadores de futbol que jugaban su propio partido tras ellos…
Él trataba de impresionarla de alguna forma, aunque algo en su interior le decía que aquella era una idea estupida. Nunca supo si lo había logrado. Nunca quiso saberlo. No lo necesitaba. Tampoco supo cuanto tiempo pasaron lanzando a canasta, hablando, riendo… Pero en algun momento cercano al mediodia, los lanzamientos cesaron, y ambos salieron de la cancha.

- Te he ganado – le dijo ella con aquella sonrisa tan suya. Él rio, y asintió.

Porque era cierto: le habia ganado.

lunes, 20 de julio de 2009

Thinking about...

Estos últimos dias se han salido de lo habitual. La llegada de un amigo de Valencia, Javi, con todo un sequito de gente de Alicante y Benidorm, ha trastornado nuestra marcha habitual en la ciudad. El sabado salimos por Leiceste Square y Covent Garden, probando los tipicos pubs. Los precios son tan agradables como un alfange clavado entre los omoplatos, pero llegamos a un local llamado The Verve en la "Happy Hour", y con todo a mitad de precio, pude disfrutar de mi mojito, y por primera vez, de una pinta de cerveza. Por encima de todo, fue una noche divertida.
Hoy, durante este rato de conexión diaria, he seguido rescatando canciones que, si no olvidadas, hacia tiempo que no escuchaba. Hoy son dos las canciones que me han convencido de que se merecen un sitio aqui. Y es que a solo nueve dias de la vuelta a casa, no dejo de preguntarme cosas. ¿Habre aprovechado el tiempo aqui? ¿He exprimido al máximo las posibilidades de este viaje? ¿Habre cambiado en algo? Supongo que todo tiene que ver con el tiempo que tengo, y lo que hago con él. Anyways, who wants to live forever?

En cambio, hay cosas que no me las pregunto. Se lo que hare cuando vuelva a casa. Esto es un secreto, pero todas estas noches (y ya son más de veinte) me ha pasado algo muy inusual, algo raro: me costaba dormirme. No era nada desagradable, unicamente pensaba. Y si piensas, no puedes abandonarte al sueño. Y yo pensaba mucho. A veces solo imaginaba imposibles, otras jugueteaba con las posibilidades, en muchas ocasiones aventuraba. La mayoria de las veces, imaginaba el dia 29 de julio.

sábado, 18 de julio de 2009

All along the watchtower

Y yo me preguntaba, hace más o menos un año: ¿qué harian un bufón y un ladrón conversando en la torre del reloj?
Fue aqui, en esta misma ciudad, el verano pasado, durante una tarde lluviosa. No recuerdo bien porque... pero necesitaba canciones nuevas, y las encontre.
Alex me dijo una vez que esta canción es una de las más versionadas de la historia de la música, y debe de ser asi, a juzgar por la cantidad de videos distintos que encontre por youtube. Aqui os dejo mis favoritos:

Bob Dylan

Bob Dylan, live

Eric Clapton and Lenny Kravitz


"There must be something out of here", said the joker to the thief...

viernes, 17 de julio de 2009

Sargent Lepers Lonely Hearts Club Band


De estar en casa, allá en Valencia, hoy sería un dia grande. Seguramente tendría un sms de Caco rogando puntalidad, me pasaria la mañana tarareando los coros de las canciones del nuevo repertorio, y tratando de acordarme de todas las percusiones. En algun momento tendría que llamar a Pablo para detallar el tema del viaje: ¿llevo mi coche?¿Me lleva alguien? Lo resolveríamos en el ensayo de la mañana, ese que siempre tiene algo de nervios y muchas risas.
Si estuviese en Valencia, hoy sería dia de concierto con The Blisters.

The Blisters: panda de leperos formada por (de izquierda a derecha) Fede "Deambulante" Hernán, Salva "mil nombres" García, Caco "The Big Leper" Bello, Vicente "Niceto" Micó, Pablo "McCartney", y yo mismo. Aun no se que apodo me habrán puesto, pero "el mago" no suena mal del todo.

Hoy esta banda de grandes músicos continuan con su particular "Magical Mystery Tour" haciendo un alto en Port Saplaya para dar un nuevo homenaje a esa mítica banda de la que The Blisters es tributo: los fab four de Liverpool, los Beatles.

Y aqui estoy yo, a miles de kilómetros, y me lo voy a perder. Y lo digo aqui: cada concierto de The Blisters es un "must seen", pero vivirlo en el backstage es infinitamente más intenso, más divertido, y en general, más más.
Desde aqui os mando todo mi apoyo y mis mejores deseos. Nos espera un mes de agosto de éxitos, risas, beatles, Liverpool, leperismos absolutos, risas y más exitos. Brindo por ello.
¿Qué nunca habeis visto a The Blisters en directo? Podeis hacerlo aquí.

jueves, 16 de julio de 2009

I giorni

El sol entraba en la habitación desde hacia ya horas. Es inevitable cuando la ventana solo está vestida por una fina cortina que antaño fue blanca. Sólo se escuchaba el silencio, pero él sabia que el despertador pronto iba a romperlo. Y asi fue. Se levantó de un brinco, queriendo devolver a la habitación su silencio cuanto antes. Plic. Y todo quedó de nuevo en silencio. Y él se tumbó de nuevo en su cama, boca arriba, y se quedó contemplando el techo, sonriendo.
Porque aquella mañana todo iba a ser distinto, y no una cruz más en la cuenta atrás de su calendario. Por la tarde volvería a llover, seguro. Pero aquella mañana era como la de las películas: hermosa, calida, suave y prometedora. Aún permaneció tumbado un rato más, recreandose en sus recuerdos, soñando con los ojos abiertos. No habia prisa.
Y en el fondo sabía que aquella mañana era igual a muchas otras, y que si la notaba distinta, más llena de luz y con una promesa en cada soplo de brisa, era porque quería verla así. Lejos, quizá cerca de su hogar, alguien estaría sintiendo como la misma mañana le robaba sus sueños y los esparcía al viento. Asi es la vida. Hoy yo, mañana tu; pasado, él. Asi somos.
Al final resultó que aquel dia sólo fue una cruz más en la cuenta atrás de su calendario. Y al principio se sintió triste, pero después se consoló pensando que siempre vuelve a amanecer.
Tal vez mañana...

miércoles, 15 de julio de 2009

Going home? Not yet...

Y ya han pasado dos semanas. Hace 14 dias Jorge y yo llegabamos a la capital londinense agobiados por el peso de las maletas, por un calor sofocante y por los constantes problemas con los que nos encontramos aquel dia 1 de julio.

Hoy el cielo vuelve a lucir gris sobre la city, despues de una noche de lluvia torrencial. Ecuador de la expedición, y aun quedan muchas cosas por hacer. Muchos partidos de baloncesto al atardecer, muchas compras tronchantes, muchas conversaciones absurdas con la seguridad de que muy poca gente podra entender lo que decimos, muchas cosas nuevas y raras por ver.


Pero aun asi, cada noche imagino como será volver a casa...

martes, 14 de julio de 2009

I guess that's why they call it the blues

La busqueda de un trabajo temporal en la capital inglesa no es tarea facil. Si para alguien lo és, que me diga cual es su secreto. El dia de ayer estuvo casi totalmente dedicado a ir de local en local preguntando y dejando curriculums. ¿La cosecha? Desde los "lo siento, no buscamos más personal", hasta el archiconocido "te llamaremos si queda una vacante". Pero nunca el "empiezas mañana" que yo desearia. Pero bueno, no pasa nada. No necesito el trabajo a vida o muerte, sólo me hubiese venido bien para no tener que volver a casa con mis ahorros diezmados. Pero como ya estaba previsto, todo bien.
Hoy visitaremos el museo Británico, y con eso ya hay bastante para todo el dia. Por la tarde, a eso de las ocho, iremos a jugar nuestro partido de basket diario, y despues, la cena y sesión audiovisual en ingles. Jorge aprende bastante.
Para terminar, más canciones desenterradas del olvido. Esta la escuche por primera vez hace muchos años, volviendo de una excursión familiar a Navajas, al "salto de la novia". En el coche papá puso un CD: "Elton John's Greatest Hits". Entre todas las canciones que me gustaron, ayer por la noche me vino esta a la cabeza. Repasaba mentalmente la letra, y decidí que hoy tendría su sitio aqui. Espero que os guste.

lunes, 13 de julio de 2009

Long night

Hoy el tiempo me juega una mala pasada y no puedo extenderme tanto como querria. Ahora mismo salgo en busca de opciones de trabajo, espero tener suerte. Os dejo con una canción que solia encantarme hace años, y que por alguna razón he querido volver a escuchar hoy.

Tambien aprovecho para adjuntar algunas fotos de dias anteriores, fruto de largos paseos por Baker Street, Trafalgar Square y Charing Cross, entre otros lugares.






domingo, 12 de julio de 2009

Feed the birds

Al llegar se dio cuenta de que aquel sitio ya no era como él lo habia imaginado. Era imposible. La plaza parecía mucho más pequeña en la realidad que en su imaginación, y no era silenciosa, sino que bullia: la gente parloteaba mientras caminaba atropelladamente, los coches y taxis rugian a pocos metros. También la catedral parecía mucho más pequeña, aunque no menos hermosa.

Habia soñado con aquel lugar desde que era un niño. Desde entonces habia querido ir hasta aquella gran escalinata, y descubrir alli a aquella anciana, casi susurrando:

“Dos peniques para la comida de las palomas…”

Cerró los ojos, tratando de recordar. Casi podia escuchar aquella canción, que siendo un niño le habia arrancado esas primeras lágrimas que uno derrama sin saber porque. Y de pronto el recuerdo revivió tanto en su ser, que sintió como se le hacia un nudo en la garganta, y como los ojos empezaban a inundarsele. Sacudió la cabeza con fuerza, y ahuyentó el llanto.

“Dos peniques para la comida de las palomas…”

Se llevó la mano al bolsillo, y alli estaban sus dos peniques. Pero en la plaza no estaba la anciana, ni el niño que él fue una vez. Ni siquiera quedaban apenas palomas.
Asi que guardó sus dos peniques y se alejó de alli, apretando los dientes, pero todavia recordando la canción de su infancia.

sábado, 11 de julio de 2009

¿Elvis está vivo?

Allí lo tenia: brillante, inmortalizado en una tienducha perdida en la gran ciudad. Se decia que el rey todavia vivia, y que estaba “en el cuarto forrado de leopardo dorado” mientras contemplaba su propio funeral. Se decia tambien que unos pocos elegidos sabían la verdad: la gente de Memphis, Bob Dylan… Aunque claro, todo según aquel cantante argentino.

Pero allí estaba, tallado en bronce o algo parecido, con su sonrisa chulesca, su característico peinado y su pose rock’n’roll.
Mientras le observaba, él pensó que si era cierto que el rey seguia vivo, muy harto tuvo que acabar del mundo como para mantenerse oculto todos esos años. Al fin y al cabo, al mundo no le importaba en realidad si seguía vivo o no, mientras pudiesen seguir escuchando sus canciones.

Dio unas palmaditas en el brazo de aquella regia estatua mientras suspiraba, y se alejo unos pasos. Entonces recordó aquello que ella le contó una vez:

“¿Sabes que todas sus canciones son de amor? Salvo una en la que le pide perdon a su hija por tener que separarse”

“Entonces esa tambien es de amor…”


Y supo que si se habia detenido delante de aquella estatua de Elvis era porque le recordaba a ella. A las canciones que le habia enseñado, a sus miradas, a sus silencios, a las tardes en el parque en las que ella no llevaba su reloj azul en la muñeca…

El sonido de la puerta al abrirse le sacó de su ensimismamiento. Al girarse vió que estaba formando cola, asi que se disculpó, dejó que otros se fotografiasen con el rey y salió de alli canturreando:

“You look like an angel…”

jueves, 9 de julio de 2009

Wild West End

Ayer volvió a llover sobre Londres, aunque gracias a Dios, no lo hizo tan torrencialmente como anteayer. Gracias a eso, tras degustar unos estupendos espagueti carbonara cocinados por Jorge, nos fuimos al centro a dar una vuelta. La llovizna caia sobre el asfalto cuando salimos a la calle por la salida de metro de Leicester Square, en dirección a Covent Garden. Todo el West End está plagado de teatros que anuncian musicales: “Los miserables”, “We will rock you”, “Thriller”, “El fantasma de la ópera”, “Grease”… Musicales que veré algun dia, sin duda, pero desde luego no este mes de julio. Los precios son prohibitivos, y esta expedición es todo lo proletaria que se puede esperar de un viaje de un mes a la capital británica.

A pesar de eso, curioseamos a gusto por toda la zona. Nos metimos en algunas tiendas de ropa, haciendo como que sabiamos de que iba la cosa, para salir minutos despues escandalizados de lo horteras que son estos británicos y/o de lo desorbitado de algunos precios. Visitamos tambien el Trocadero, en Picadilly Circus. Se trata de un lugar de ocio un tanto extraño, lleno de gente joven y no tan joven. Despues desanduvimos lo andado y nos dirigimos a la estación de metro de Charing Cross. Dentro de esa laberíntica red de pasillos subterráneos se encuentra una de las tiendas de magia más antiguas de Europa: Davenport’s. Un sitio realmente curioso que me hubiese gustado volver a visitar. Desgraciadamente, el horario ingles es muy limitado para alguien habituado al horario hispánico: llegamos al sitio en cuestión a eso de las 20:00, y habian cerrado a las 17:30.

Decidimos volver a casa, y por el camino, yo le contaba a George la vida y obra de Harry Houdini. Pero la culpa fue suya: vio un poster con su nombre en la puerta de la tienda, y parece ser que le picó la curiosidad. Tras unos veinte minutos de viaje, entramos en casa dispuestos a cenar un tipico desayuno inglés: huevos con bacon. Ñam, ñam.

Una de las cosas que más echo de menos aquí es tocar la guitarra. Por eso, en alguno de nuestros paseos por el centro, no es raro que hagamos pequeñas paradas en tiendas de música. Me gusta particularmente “The Hobgoblin”, cerca de Totenham Court Road. El tipo que lleva la tienda es muy majo, y me invita con insistencia a probar todas las guitarras: dobros, acusticas, eléctricas… La foto que podeis ver abajo corresponde a nuestro primer dia en la ciudad. Para que os hagais una idea de las ganas que tengo de tocar.


She says: "hey, mister... do you wanna take a walk in the wild West End, sometime?"
And i get trouble with my breathing.

miércoles, 8 de julio de 2009

I'm a passenger

“Para el hombre que sabe ver no existe tiempo perdido. Aquello que sería desocupación para otros, es observación para él” Alfredo de Vigny.


Ayer llovió a cantaros sobre Londres. El cielo, más gris que nunca, se iluminaba con los relámpagos, y al repiqueteo de las gotas le acompañaba el estruendo de lor truenos. A excepción del entrenamiento de baloncesto de la mañana, el viaje a la librería para poder conectarnos a Internet y la compra, no hemos salido de casa.
Desde el mediodia una pregunta me rondaba la cabeza persistentemente: “¿qué hago aquí?” No me malinterpreteis, lo paso muy bien. Disfruto como si fuera la primera vez que estoy en esta ciudad, tengo ilusión por ver cosas nuevas, y Jorge es un buen compañero de viaje. El inglés mejora matiz a matiz...

Pero ayer observaba el caer de la lluvia sobre los coches desde la ventana de nuestra habitación, y todo eso me pareció insuficiente. Hasta que he querido ver algo de sentido en la cita que encabeza esta entrada. Al leerla en uno de mis libros me recordé hace muchos años sentado en aquella clínica por los aledaños del ayuntamiento. Alli hacia recuperación por un problema de crecimiento en una de mis rodillas, y pasaba mucho tiempo sentado, mirando por la ventana. Recuerdo que jugaba a ser un gran detective, y trataba de averiguar el oficio de las personas que pasaban por la calle. Quería saber si iban o venían, adonde, y porqué, e inventaba sus historias. Y las horas se pasaban volando.

Supongo que me tomo este viaje como una prueba. Necesito ver si puedo volver siendo mejor de lo que era cuando me fui, hace hoy una semana. Necesito ser mejor. Y para eso no me vale solamente esperar que el tiempo pase rapido hasta que me deje en el dia 29. Eso sería desaprovecharlo. Asi que a ver que jugo le puedo sacar a estas tres semanas que quedan.

Además, Londres es una ciudad magnífica para observar. Creo que esta tarde llevaré a Jorge al 221B de Baker Street. Alli hubiera vivido el culpable de que me pasase horas acechando a los transeuntes que caminaban por aquella calle cercana al ayuntamiento.

The Passenger

martes, 7 de julio de 2009

Shots


Todo es más facil cuando tienes una pelota en la mano y lo único que debes hacer es meterla por un aro. En el microuniverso de las canchas, todo se reduce a eso. Aquí en Londres, como en casi todas partes, todos juegan con todos, y en un parque pueden reunirse tantos colores de piel y lenguas maternas como jamas vi en una cancha valenciana. Es divertido. Juegas, botas, pasas, te arriesgas, encestas. O fallas.

Todo va en función del resultado. Un jugador dribla por fuera de la línea de tres puntos, finta y se escabulle de un marcaje. Unos seis metros y veinticinco centimetros le separan del aro. Hay un compañero desmarcado, pero el jugador intuye que puede lograrlo. Arma el tiro, salta, y tira en suspensión. La pelota vuela y describe una parábola que siempre me ha fascinado.

Pero la acción del jugador será juzgada en gran medida por el resultado. ¿Logró la canasta?¿Falló? Si anota tres puntos, a pocos les importara que no haya pasado a su compañero, y vitorearan su acierto. Si falla, en cambio, todos exclamarán indignados que habia un hombre libre más cerca del aro. Asi es: generalmente, el éxito condiciona el juicio de la acción previa.

Ha encestado: no hay más que hablar, el juego sigue.
Ha fallado: unos abuchearan, otros moverán la cabeza y se frotarán los ojos, algunos se reirán, otros pocos trataran de entender a quien tomó la decisión.
El tirador deberá rehacerse, asumir su fallo y bajar a defender. Puede aprender una lección que le haga mejorar. De poco le servirá lamentarse, o torturarse por su error. A fin de cuentas, el juego sigue.

Fuera de la cancha… ¿quién decide que ha empezado el resto de tu vida?¿Cómo se medira el acierto o el error del camino que decidiste tomar? Conforme lo recorres, según pases por un llano bajo cielos azules y un sol cegador pensarás que elegiste bien. Pasado el tiempo, cuando los baches, el fango y la lluvia te sorprendan, pensaras que te equivocaste. Pero solo será hasta que vuelvas a ver el sol brillando.

Por eso, vive, camina, juega, dribla, finta… y cuando lo creas oportuno, tira.
U2- One Tree Hill

lunes, 6 de julio de 2009

My playlist

Es importante llevar tu música contigo cuando te vas de viaje. Estoy seguro de que la mayoria de vosotros conoceis esta sensación: estas solo, con los cascos puestos. Tal vez caminas por la ciudad, o estas sentado en un parque. Y comienzan los acordes de una nueva canción, y le siguen los primeros versos. Te abstraes de lo que pasa a tu alrededor y de repente, las palabras y la melodía cuadran con algo que alguna vez has sentido. Y tienes la tonta ocurrencia de pensar que, de alguna manera, esa canción fue escrita y compuesta para ti. Y es falso. No lo fue. Pero supongo que no hace ningun mal a nadie pensarlo. Incluso puede que haga algun bien.

Ayer estuvimos en Westminster. El Big Ben, el parlamento (Remember, remember, the 5th of november)... Primero estuvimos solo Jorge y yo, pero al anochecer se nos unió la expedición valenciana de los miembros del grupo de teatro "Mutis por el foro", unos amigos del hogar.
Fue en algun momento de ese paseo por cerca del Tamesis cuando en mi cabeza se quedo atascada, como en una reproducción en bucle, una canción. Recordaba haberla escuchado en alguna parte ese mismo dia. Pero tambien en otro sitio, y no recordaba en cual.

Hasta que esta mañana he recordado que para este viaje no solo traia mi lista de reproducción habitual, sino que traia una de regalo. O más bien, de prestamo. Aun no lo he comprobado, pero creo que encontraré esa canción en ese pequeño reproductor plateado de marca Apple.

domingo, 5 de julio de 2009

A night in London

Ayer, jornada de meetings. Primero, con Holly, la inglesa más cullerense y su amiga Amber. George gozó de una tarde de ingles a tutiplen mientras esquivabamos a las multitudes que se precipitaban de tienda en tienda en las rebajas de Oxford Street. Eso si, no soltó prenda. Por la noche, encuentro con la expedición valenciana de un sector del grupo de teatro “Mutis por el foro”. Hoy toca dia más relajado, con comida en casa y tarde por Westminster.

Anécdotas… Holly y Amber nos llevaban a la estación de Waterloo para pasar la tarde cerca del London Eye. Salimos del metro, encaramos el pasillo. De pronto escucho unos acordes de guitarra. Son rápidos, familiares, y seguidos por riffs harto conocidos a pesar de basarse en improvisaciones. Tardo un par de segundos en darme cuenta. Es “Sultans of Swing” Y esta vez, no se trata de mi imaginación. No me lo pienso: me precipito a la salida y ahí lo veo. Un hombre abandonandose a la música, mientras sus dedos se mueven por el mastil de la guitarra a la velocidad del pensamiento, pero con una suavidad y precisión envidiables. No reconozco la marca de la guitarra… desde luego no es una Fender Stratocaster, pero a estas alturas poco importaba. Estoy en Londres, en una estación de metro, escuchando por primera vez una versión callejera del mitico tema de Mark Knopfler.

Si, lectores. Lo mio con los Dire Straits no tiene arreglo. Y mientras este en Londres, me temo que tendreis que leer cosas como esta una y otra vez. Por otro lado, nunca he aflojado una libra tan gustosamente como lo hice ayer tras escuchar semejante homenaje musical. Nunca.

“Way on downsouth; way on downsouth London town”

sábado, 4 de julio de 2009

Recuerdo

El metro en Londres está en obras. Eso significa que no hay aire acondicionado. Las temperaturas dentro de los vagones son cercanas a los 38 grados. Y cuando dentro hay mucha gente, es dificil de llevar. Sin embargo, cuando sales del vagon en tu parada, pasas de 38 a 29 grados de golpe, y es un alivio.

Hoy la cosa va del metro. El otro dia pasabamos por uno de los larguisimos corredores del underground londinense, y nos encontramos con uno de los subway musicians que frecuentan el metro. Este en concreto cantaba "Losing my religion" de R.E.M, y lo hacia muy bien, rasgueando su guitarra acustica. Jorge y yo pasamos por su lado cantando con el la canción. La verdad es que para mi fue un momento hermoso.

Losing my religion

Ibamos camino de nuestro transbordo en la estación de Bank/Monument, ya de camino a casa. Y entonces recordé... que una vez imagine que fué en esa estación donde conoci a la chica del jersey azul. Recordé que en mi imaginación, en ese momento sonaba "Expresso Love", de Dire Straits.
Y recordé que en mi imaginación, aquella vez equivoqué la forma de sus gafas.

Expresso Love

Y mientras recordaba, llegamos al lugar. Esta vez, el metro se retrasaba. Estuvimos casi cinco minutos esperando, y yo volvi a imaginar que la veia alli, sentada, con su carpeta verde, su mirada ausente y sus manos medio enfundadas en las mangas de su jersey azul. Aunque con este calor, en el mundo real seguramente vestiría una blusa blanca. Y es que cuando la imaginé aquella vez, se acercaba el invierno.

I was made to go with my girl just like a saxophone was made to go with the night...

viernes, 3 de julio de 2009

Vencedores


No podia ser de otra forma. Despues de una noche oscura, un dia soleado. Ya que no meteorológicamente, si metafóricamente. Hoy es nuestro tercer dia en la capital británica, y las cosas van muy bien. Por fin estamos definitivamente instalados en la casita a la que llegamos el dia 1. El casero finalmente nos alquila la habitación hasta el dia 29, y eso nos ha permitido por fin acabar de relajarnos y deshacer nuestro equipaje. Dentro de un rato iremos a hacer la primera gran compra de nuestra estancia. Ahora, valgan unas lineas para resumir el dia de ayer:

Hicimos tantas cosas... primero acudimos a Euston Square, pasamos al lado de la University College, donde trabaje de camarero hace un año, y despues nos fuimos a solucionar problemas burocráticos. Una vez finiquitado el asunto, llegaba el momento de enseñarle a George el centro de Londres. Al menos, una parte. Leicester Square (donde estan las huellas de las manos de personalidades como Charlton Heston, Dustin Hoffman, Michael Caine...) Alli habia un piano en medio de la plaza abarrotada de gente, y Jorge se lanzo a tocar en las viejas teclas su gran éxito "River flows in you". Increible, la gente le hizo fotos y le aplaudio. Ha nacido una estrella.





Momentos antes, al pasar por Picadilly Circus (alli donde Jofiel vio la luz del petreo cielo londinense en mi imaginación hace tantos años) nos encontramos con un rincon in memoriam de Michael Jackson. Nos pilló desprevenidos una mujer que, microfono en mano, me preguntó si podia hacerme unas preguntas sobre el malogrado artista. Y ahi estaba yo, al otro lado del micrófono, parloteando en ingles y hablando de la gira "Dangerous" de Jacko. Como echo de menos esas partidas de mus con el concierto de fondo...







Tambien pasamos por Trafalgar Square, donde guardamos un momento de patrio silencio en memoria de la derrota naval que nos propinaron estos isleños. Bajo la columna de Nelson vimos de lejos el Big Ben, que no visitaremos hasta el domingo. Como colofon, King Cross Station, en donde Jorge me prohibió que le preguntara a un encargado de la estación que por donde se iba a Hogwarts. Desalmado... De todas formas, y aunque no queria, George acabo haciendose la foto de rigor en el Anden 9 y 3/4.

Al final del dia, y como aun no tenemos Internet en casa, acabamos reviviendo buenos momentos viendo cierta serie americana. Lo que me ha dejado con unas ganas enormes de estrenar las canchas que hay cerca de casa.

En fin, todos tenian razón. Amaneció, el desaliento se fue tan misteriosamente como vino y nos quedamos vencedores (Jorge ha ganado al buscaminas en nivel intermedio, lo que le mantiene euforico; yo he acabado un solitario, que nunca esta mal) Termino esta entrada con un video que ya he colgado mil veces en otros sitios... pero es que me inspira valor. Hasta la próxima.


INVICTUS

jueves, 2 de julio de 2009

Siempre vuelve a amanecer


Un dia agotador. Calor, pesadas maletas, un telefono que no funciona como deberia, mil llamadas chapurreando un ingles que adolece de falta de uso. Acabar el dia en una casita que no es victoriana, pero no esta mal. Y no saber si podras quedarte alli más de una noche.

Por lo menos habra Internet, y el pesado portatil que Jorge ha cargado durante todo el dia habrá servido para algo...
Niet. Internet se ha estropeado justamente hoy. Y el portatil prestado esta capado, no te permite instalar software externo y por lo tanto, cuando el casero te brinda un USB con conexión a la Red, tampoco te sirve.

No puedes comunicarte con el hogar por ese medio, no puedes buscar nuevas opciones... pero puedes cenar los bocadillos que vienen preparados de casa, y dormir en un colchon grande, sin sabanas pero bajo un techo.

Nos vamos a dormir pronto, no hay ganas de nada. El desanimo se instala en el cuarto como un compañero que no habia sido invitado.
Pero tras la noche, el calor, el desaliento...


Siempre vuelve a amanecer.